La sobreexposición a la radiación ultravioleta (UV) es la mayor causa de las alteraciones que se dan en la piel, desde las quemaduras y el fotoenvejecimiento hasta los distintos cánceres de piel. En concreto, la radiación UV de tipo B (UVB) provoca daño directo en el ADN, la oxidación de proteínas y lípidos, y la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS, del inglés reactive oxygen species) que amplifican el daño oxidativo y la inflamación.

El grupo de investigación liderado por Vicente Micol ha publicado un trabajo en el que determina la capacidad fotoprotectora de dos formulaciones en un modelo celular de piel. Una de las formulaciones estaba compuesta por extractos cítricos y de olivo (F2), mientras que la otra formulación (F1) también presentaba compuestos procedentes del romero.

En el estudio, cuya primera autora es Noelia Sánchez Marzo, se determinó la capacidad antioxidante de las dos formulaciones mediante tres métodos in vitro, y se evaluó la viabilidad celular, la generación de ROS, la despolarización mitocondrial y el daño en el ADN en queratinocitos humanos expuestos a radiación UVB.

Las dos formulaciones revirtieron en mayor o menor medida las alteraciones provocadas en los queratinocitos. La formulación F1 exhibió una mayor capacidad fotoprotectora, con mayor restauración del potencial de membrana mitocondrial, menor respuesta de daño de ADN y disminución de las roturas de doble hebra del ADN. Esta respuesta estaría relacionada con la presencia de diterpenos de romero y flavanonas agliconas de origen cítrico en F1, atendiendo a la composición de ambas formulaciones detallada en el trabajo.

La formulación F2 mostró mayor capacidad para quelar iones metálicos en los ensayos antioxidantes in vitro, así como mayor disminución de la generación de ROS en los queratinocitos, lo cual podría deberse a la presencia de flavonas dihidroxiladas.

La actividad antioxidante de ambas formulaciones, junto a sus propiedades fotoprotectoras mostradas a distintos niveles celulares, le confieren un valor añadido frente a los filtros UV químicos convencionales, siendo de gran interés para ser utilizadas por vía oral o tópica en preparaciones que deben ser probadas en humanos.