Describir el tamaño de partículas que constituyen el vehículo de transmisión del virus que causa el Covid-19 es el objetivo final del proyecto que llevan a cabo investigadores del Departamento de Producción Vegetal y Microbiología y el de Física Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Para llevarlo a cabo, el equipo de investigación ha puesto a punto una técnica para la visualización de partículas víricas de SARS Cov2 en diferentes materiales usados para el muestreo de aerosoles atmosféricos mediante filtración. Para ello, ha sido esencial el papel desempeñado por el microscopio electrónico de barrido de emisión de campo, FESEM, del IDiBE, cuyo técnico responsable es Enrique Rodríguez Cañas. Esta infraestructura ha sido adquirida gracias a una Actuación cofinanciada por la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2014-2020. Este trabajo corresponde a la primera fase de desarrollo de un proyecto de investigación de análisis de entornos de pacientes Covid-19.
La profesora del Área de Microbiología de la UMH María Francisca Colom Valiente es la investigadora principal de este proyecto, que se desarrolla junto al Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE) de la Universidad, así como con los servicios de Neumología de los Hospitales Universitarios de Alicante y Sant Joan d’Alacant.
En este proyecto se van a estudiar los mecanismos de transmisión del virus por el aire, con especial interés en la detección de la partícula viral completa y supuestamente viable y no sólo del RNA viral. Las partículas son emitidas por las personas infectadas, tanto sintomáticas como asintomáticas, y conocer el tamaño de estas partículas es muy importante para entender cómo se propaga la enfermedad en la comunidad.
Las partículas húmedas exhaladas por una persona infectada contienen el virus en su interior y son responsables de la transmisión de la Covid-19. Si estas partículas son grandes serán suficientemente pesadas como para caer rápidamente al suelo después de ser exhaladas. A estas se les llama ‘gotas respiratorias’ y no pueden alcanzar distancias superiores a los 1,5 metros y, por eso, es la distancia considerada como segura para prevenir el contagio. En cambio, si las partículas que transportan el virus son pequeñas y suficientemente ligeras como para flotar en el aire después de haber sido exhaladas, se pueden mantener en suspensión en la atmósfera durante minutos y recorrer distancias superiores a 1,5 metros. A estas partículas se les consideran aerosoles peligrosos con capacidad para transmitir la enfermedad a mayor distancia. Además, el pequeño tamaño les permite llegar a las vías respiratorias inferiores (los alveolos) cuando son inhaladas, al contrario de las gotas respiratorias, que quedan atrapadas en la vía aérea superior (nariz y garganta).

Enrique Rodríguez Cañas en las instalaciones del FESEM, que se encuentran en el edificio Torrepinet del Campus de Elche de la Universidad Miguel Hernández


La rápida propagación detectada en la Covid-19 ha hecho que los investigadores consideren muy probable que la transmisión de la enfermedad sea debida al transporte por aerosoles, aunque no hay suficientes experimentos específicos que lo demuestren. Para conseguir evidencias sobre esta cuestión, el equipo investigador del proyecto estudiará el aire de habitaciones hospitalarias y domicilios de pacientes Covid-19, a diferentes distancias de los enfermos. El análisis del aire se realizará con muestreadores especiales que pueden recoger y separar las partículas del aire por tamaños y, una vez separadas, los investigadores las estudiarán para detectar el coronavirus y determinar en qué tamaños se encuentra.
Los procedimientos se han puesto a punto con 5 pacientes Covid-19 de los hospitales de Sant Joan d’Alacant y General de Alicante y los investigadores han podido detectar el virus en filtros de aerosoles y verlos al microscopio electrónico. Este método es novedoso para demostrar la presencia del virus completo, no solo su ARN que es lo que hace la técnica de la PCR.
La imagen de las partículas de SARS-Cov2 (en portada) se obtuvo en el microscopio electrónico de emisión de campo SIGMA 300 VP (FESEM), del IDiBE. Los filtros se montaron en los típicos porta muestras de SEM y se recubrieron con una fina capa de Cromo para poder observarlos. Los mejores resultados se obtuvieron usando un voltaje de 5kV y el detector de electrones secundarios InLens. La imagen ha sido coloreada para resaltar las partículas víricas sobre el filtro.

Publicado por el Servicio de Comunicación de la UMH el 14 de junio de 2021.

Investigadores de la UMH desarrollan una técnica para detectar aerosoles de SARS Cov2 en entornos de pacientes afectados por Covid-19