Se trata de un equipo modular, que, pese a tener muchos años y carecer de automatización o termostatización, destaca por su óptica de máxima calidad. El modelo cuenta con una potente lámpara de Xenon de 450W como fuente policromática y un monocromador doble de excitación y otro sencillo de emisión junto un compartimento de muestras de cuatro posiciones. Con este equipo es posible medir fluorescencia en estado estacionario, recoger espectros de excitación y de emisión y determinar rendimientos cuánticos. Además, incluye polarizadores de excitación y de emisión de tipo Glan-Thompson que permiten medidas de anisotropía de fluorescencia.

Las aplicaciones de la fluorescencia en estado estacionario son múltiples, tanto en ciencia básica como aplicada, en campos tan diversos como la biología, química, biotecnología, nanotecnología, farmacia, ciencia de materiales, alimentación o medioambiente. Estas técnicas permiten el estudio y caracterización de materiales o sistemas biológicos a nivel molecular y celular, pudiendo medir distancias a escala nanométrica, así como procesos dinámicos que suceden en el rango de nanosegundos.

También, gracias al desarrollo de sondas y marcadores fluorescentes cada vez más avanzados, es posible medir interacciones moleculares o caracterizar estructuras de macromoléculas biológicas como ADN o proteínas, o estructuras más complejas y heterogéneas, como las membranas biológicas. Además, la fluorescencia tiene una gran utilidad como herramienta analítica, sobre todo en el campo de los sensores y biosensores, debido a su gran versatilidad y sensibilidad.

Contacto: Marta Rubio Camacho (e-mail:; teléfono: 965 222 479)